Apéndice A. El manifiesto de Debian Linux

Tabla de contenidos

A.1. ¿Qué es Debian Linux?
A.2. ¿Por qué se está elaborando Debian?
A.3. ¿De qué manera intentará Debian poner fin a estos problemas?

Escrito por Ian A. Murdock, Revisado 01/06/94

Debian Linux es una distribución de Linux completamente nueva. En vez de estar desarrollada por un individuo aislado o un grupo, como se han desarrollado otras distribuciones de Linux en el pasado, Debian se desarrolla abiertamente en el espíritu de Linux y GNU. El propósito principal del proyecto Debian es acabar creando una distribución que esté a la altura del nombre de Linux. Debian se están ensamblando con cuidado y a conciencia, y se le dará apoyo y mantenimiento con una atención similar.

Es también un intento por crear una distribución no comercial que será capaz de competir efectivamente en el mercado comercial. Será distribuida, llegado el caso, por la Free Software Foundation en CD-ROM, y la Debian Linux Association ofrecerá la distribución en disquetes y cinta junto con los manuales impresos, el soporte técnico y otras cuestiones igualmente importantes para el usuario final. Todo lo anterior estará disponible por poco más que el coste original, y esa pequeña diferencia se destinará al más amplio desarrollo de software libre para todos los usuarios. Tal distribución es esencial para el éxito del sistema operativo Linux en el mercado comercial, y debe hacerse por parte de organizaciones en situación de avanzar con éxito y abogar por el software libre sin la presión de los beneficios o los ingresos.

Las distribuciones son esenciales para el futuro de Linux. En esencia, le ahorran al usuario la necesidad de buscar, obtener, compilar, instalar e integrar correctamente un gran número de herramientas esenciales para conseguir un sistema Linux en funcionamiento. En su lugar, la carga de construir el sistema recae sobre el creador de la distribución, y muchos usuarios continuarán usando una distribución por pura conveniencia incluso después de haberse familiarizado con el sistema operativo. De esta manera, las distribuciones juegan un papel realmente importante.

A pesar de su obvia importancia, las distribuciones han atraído poco la atención de los desarrolladores. Existe una sencilla razón para ello: no son ni fáciles ni fascinantes de construir, y requieren gran cantidad de esfuerzo continuado por parte de su creador con el fin de mantener la distribución libre de errores y además actualizada. Una cosa es ensamblar un sistema empezando desde cero, y otra muy distinta asegurarse de que otros lo instalen fácilmente, se pueda instalar y utilizar en gran variedad de configuraciones de hardware, contenga programas que otros vayan a considerar útiles, y se actualice cuando los componentes mismos experimenten mejoras.

Muchas distribuciones han empezado como sistemas bastante buenos, pero conforme va pasando el tiempo el mantenimiento de la distribución se convierte en una prioridad secundaria. Un caso que viene a cuento es el de Softlanding Linux System (más conocida como SLS). Es bastante posible que sea la distribución de Linux más plagada de errores y peor mantenida; por desgracia, también es la más generalizada. Sin lugar a dudas, es la distribución que atrae la mayor parte de la atención de los muchos «distribuidores» comerciales de Linux que han surgido para capitalizar la creciente popularidad del sistema operativo.

Desde luego, esta es una mala combinación ya que la mayoría de quienes obtienen Linux de estos «distribuidores» reciben una distribución de Linux repleta de fallos y con un nivel de mantenimiento deficiente. Por si esto fuera poco, estos «distribuidores» tienen una inquietante tendencia a publicitar de forma engañosa «características» de su producto que, o bien no son funcionales, o bien son extremadamente inestables. Combine esto con el hecho de que los compradores esperan, naturalmente, que el producto esté a la altura de lo anunciado y con el hecho de que muchos pueden creer que se trata de un sistema operativo comercial (también hay una tendencia a no mencionar que Linux es libre o que se distribuye según los términos de la licencia pública general de GNU). Para rematar el asunto, estos «distribuidores» están, de hecho, obteniendo suficientes beneficios como para justificar la contratación de anuncios aún mayores en aún más publicaciones; es el ejemplo clásico de comportamiento inaceptable pero recompensado por quienes, simplemente, no tienen la información suficiente. Claramente, es necesario hacer algo para remediar la situación.

El diseño de Debian es lo bastante abierto para asegurar que el sistema tiene la más alta calidad y que refleja las necesidades de la comunidad de usuarios. Al implicar a otras personas de diversas capacidades y bagajes, Debian puede desarrollarse de forma modular. Sus componentes son de alta calidad porque a los que tienen experiencia en cierta área se les da la oportunidad de construir o mantener los componentes individuales de Debian relacionados con dicha área. Implicar a otros asegura además que a la distribución pueden incorporarse valiosas contribuciones durante su desarrollo; de esta manera, se crea una distribución basada en las necesidades y deseos de los usuarios, en vez de las necesidades y deseos del constructor. Es muy difícil para un pequeño grupo anticiparse a estas necesidades y deseos por anticipado sin las aportaciones directas de otros.

Debian Linux también será distribuida en un soporte físico por la Free Software Foundation y la Debian Linux Association. Esto hace que Debian esté disponible para los usuarios sin acceso a Internet o FTP, y además hace que productos y servicios tales como manuales impresos y soporte técnico estén a disposición de todos los usuarios del sistema. De esta manera, Debian puede usarse por parte de muchos más individuos y organizaciones de lo que sería posible en otro caso; la prioridad estará en proporcionar un producto de primera fila y no en los beneficios o los ingresos, y el margen de los productos o los servicios puede usarse para mejorar el software en sí para todos los usuarios, hayan pagado por su Debian o no.

La Free Software Foundation juega un papel extremadamente importante en el futuro de Debian. Por el simple hecho de distribuirla, se envía al mundo el mensaje de que Linux no es un producto comercial y que nunca lo será, pero ello no quiere decir que Linux no sea nunca capaz de competir comercialmente. Para aquellos que disientan, les reto a que expliquen racionalmente el éxito de GNU Emacs y de GCC, que no son software comercial pero que han tenido bastante impacto sobre el mercado comercial con independencia de ese hecho.

Ha llegado el momento de concentrarse en el futuro de Linux más que en el destructivo objetivo de enriquecerse a expensas de la entera comunidad de Linux y de su futuro. El desarrollo y distribución de Debian puede no ser la respuesta a los problemas que he apuntado en este Manifiesto, pero espero que al menos atraiga suficiente atención sobre estos problemas como para permitir resolverlos.